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El proceso creativo dentro de una agencia creativa representa todas las etapas que intervienen en la transformación de una idea inicial en un proyecto acabado.

Este camino no lineal puede dividirse en varias etapas clave que garantizan que el trabajo realizado sea coherente y eficaz. Veamos con más detalle las distintas etapas del proceso creativo.

Análisis y brief del cliente: sentar las bases

Todo empieza por comprender las necesidades del cliente. Antes de plantearse cualquier proyecto creativo, es esencial aclarar los objetivos, expectativas y retos específicos de la marca.

El brief del cliente es un documento que resume este proceso de reflexión inicial. Cuanto más preciso y detallado sea el briefing, mejor podrá dirigir la agencia sus esfuerzos creativos. Abarca puntos esenciales como:

  • Identidad de la marca.
  • Objetivos a alcanzar (notoriedad, engagement, conversión).
  • Público objetivo y perfil de los clientes.
  • El tono, el estilo gráfico y las referencias deseadas.

También es en esta fase cuando la agencia creativa empieza a analizar el contexto de la marca, el posicionamiento en el mercado y las tendencias actuales del sector. Esta fase de análisis es esencial, ya que garantiza la coherencia entre la estrategia de la marca y la campaña que se va a diseñar.

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Lluvia de ideas y creación de conceptos

Una vez que se ha comprendido el encargo del cliente, ¡es momento de liberar la creatividad! Esta fase de lluvia de ideas permite a los equipos de la agencia generar conceptos innovadores y originales que satisfacen las necesidades identificadas en el brief.

Los talleres de brainstorming son momentos de intercambio abierto, donde todas las ideas, incluso las más inesperadas, son bienvenidas. El objetivo es encontrar un concepto creativo sólido que cautive al público objetivo. Algunas agencias creativas utilizan técnicas como mapas mentales, notas adhesivas o storyboards para estructurar las ideas y visualizarlas.

El desafío aquí es mantenerse creativos respetando las limitaciones del proyecto, ya sea en términos de presupuesto, plazo o formato.

Desarrollo del concepto: refinamiento y estructuración

Una vez generadas las ideas, la agencia selecciona las más prometedoras y empieza a desarrollarlas. Esta fase transforma una idea en bruto en un concepto bien definido y ejecutable.

Es aquí cuando el concepto creativo toma forma. Debe ser no solo original, sino también alineado con los valores y objetivos de la marca. Un buen concepto es aquel que cuenta una historia, involucra al público y crea una conexión emocional con la audiencia.

El concepto se traducirá entonces en un storyboard, un modelo o un prototipo para ilustrar cómo cobrará vida, ya sea en una campaña visual, un spot publicitario o una activación digital.

Validación y ajuste de la dirección creativa

Una vez definido el concepto, se presenta al cliente. Esta validación asegura que la dirección elegida cumpla con las expectativas del cliente. El cliente puede pedir ajustes, lo cual es completamente normal en el proceso creativo.

Es en esta etapa donde el diálogo con el cliente se vuelve crucial. Los comentarios del cliente permiten ajustar el proyecto, adaptándolo a prioridades o limitaciones de última hora.

Producción: de concepto a realidad

Una vez validado el concepto, es hora de pasar a la producción. Esta fase consiste en transformar las ideas en acciones concretas. Dependiendo de la naturaleza del proyecto, esto puede implicar la creación de contenido visual (imágenes, videos, etc.), textos, sitios web o eventos físicos.

Cada proyecto tiene sus características específicas. Por ejemplo, la producción de un video requerirá casting, rodaje y edición, mientras que una campaña digital necesitará diseño web, desarrollo y gestión de redes sociales.

La precisión y la coordinación son cruciales en esta etapa, para garantizar que todo salga según lo planeado y que el resultado final respete la idea original.

Ejecución y despliegue

El despliegue es donde damos vida al proyecto. Ya sea una campaña publicitaria en línea, una activación social o un evento físico, aquí es cuando se pone a prueba el trabajo de la agencia creativa.

Pero el proceso no termina ahí. Hoy en día, las herramientas digitales permiten monitorear el rendimiento de la campaña y hacer ajustes si es necesario. Esta etapa de optimización nos permite afinar las estrategias basadas en los comentarios iniciales y ajustar los elementos creativos en tiempo real.

Para las campañas digitales, se analizan KPIs como tasas de clics, tasas de interacción y conversiones para evaluar la efectividad del proyecto y garantizar los resultados esperados.

Evaluar el rendimiento

Una vez finalizada la campaña, es importante realizar una evaluación del proyecto.

El objetivo es extraer enseñanzas para futuras colaboraciones. ¿Cuáles han sido los puntos fuertes del proyecto? ¿Qué se podría haber mejorado? Esta reflexión permite a nuestros equipos creativos mantener un enfoque de mejora continua e innovar aún más en futuros proyectos.

El balance implica un análisis en profundidad de los resultados y de las opiniones de los clientes. También brinda la oportunidad de celebrar el éxito y reforzar la colaboración para futuros proyectos.

El proceso creativo de la agencia se basa en un equilibrio entre precisión, flexibilidad e innovación. Cada etapa, desde el descubrimiento hasta la distribución, es crucial para el éxito del proyecto. Con un enfoque que es a la vez metódico y creativo, las agencias creativas más experimentadas son capaces de satisfacer las expectativas de los clientes al tiempo que proponen soluciones que destacan entre la multitud.

Para obtener más información y hablar de tus proyectos, el equipo de 87seconds está dispuesto a escucharte y apoyarte en todo momento. Ponte en contacto con nosotros !

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